Hezbolá, Irán, Venezuela: Juegos de Guerra

Hernán Zin

Como las películas de Hollywood, los videojuegos suelen presentar al mundo la visión de Occidente: los malos son los alemanes, los soviéticos y, en las últimas generaciones, los árabes. El juego Mercenary 2 World in Flames, va más allá y plantea la invasión de la Venezuela de Hugo Chávez por un grupo de comandos.

Primero fue Irán quien decidió dar la vuelta al asunto y promocionar un producto para PC, Rescue the Nuke Scientist, en el que los enemigos a batir son un grupo de agentes estadounidenses que secuestran a un científico nuclear iraní. Según sus creadores, una respuesta al videojuego creado por una empresa norteamericana: Asalto a Irán.

Y ahora le toca a Hezbolá, que lanza la segunda versión de Special Force, un juego que recrea los enfrentamientos del año pasado entre el Partido de Dios e Israel en la guerra que duró 33 días y que produjo en Líbano más de 1.100 muertos y del lado del Estado hebreo 157.

Tras haberme acreditado en la oficina de prensa de Hezbolá, que el año pasado después de la guerra era apenas un piso paupérrimo en el distrito de Dahiye, epicentro de la comunidad chií en Beirut, y que hoy ya tiene confortables sillones y un cartel en la puerta con el logo del Partido de Dios, me dirijo hacia la presentación del Special Force 2.

"Este juego presenta la cultura de la resistencia a los niños: que la ocupación debe ser enfrentada y que la tierra y la nación deben ser protegidas", declaró Sheikh Ali Daher, oficial de prensa de Hezbolá. Después habló Hussein Hassan, a quien los lectores de 20 Minutos pudieron entrevistar en directo el año pasado. Tras agradecer a los creadores de Special Force 2 por su esfuerzo, su discurso se centró en la política interna de Líbano, ya que el Partido de Dios lleve meses presionando para conseguir mayores espacios de poder, alentado por su supuesta "victoria divina" contra Israel.

Según la demostración hecha a los periodistas de todo el mundo que estábamos allí congregados, los protagonistas virtuales del juego son los muyaidines de Hezbolá en su lucha contra los tanques, helicópteros y aviones israelíes que entran en territorio libanés. Los detalles del terreno, de los pueblos asediados por el ejército hebreo, son sumamente precisos: aparecen localidades como Bint Jbeil o Maruna Ras, donde la guerra y los enfrentamientos cuerpo a cuerpo fueron más cruentos.

También el marco en el que se presentó el juego, la exposición La Tela de Araña, está destinada a ensalzar la figura de los comandos de Hezbolá. Quienes recorren este evento multimedia, una suerte de Hezbolandia, encuentran primero fragmentos de tanques y helicópteros israelíes, de los que salen efectos especiales como nubes de humo y luces.

Después fatigan una sala de exposiciones con restos de armamento de los soldados hebreos abatidos, proclamas contra Bush e Israel, y prolijos listados, acompañados de gráficos, de los distintos tipos de misiles de largo alcance y antitanque empleados por Hezbolá. Esas mismas armas que el jugador puede usar en Special Force 2.



Pero el momento culminante del recorrido es la sala de proyecciones en la que se muestran imágenes terribles de los combates, de las bajas israelíes, sobre un tanque merkava surcado por luces y humos, de las que salen arrastrándose varios muñecos que representan a soldados hebreos. Al final de la proyección aparece una imagen de Hasan Nasralá el 22 de septiembre de 2006, frente a la multitud de medio millón de personas que se reunió en Beirut para celebrar la pretendida "victoria divina" sobre Israel.

Alguna gente aplaude, otra se queda en silencio. Es un vídeo sumamente duro. Le pregunto al traductor que ha venido conmigo cuál es, en su opinión, el objetivo de la exposición y del videojuego. "Tienes que entender que la gente del sur de Líbano estuvo durante quince años oprimida por la ocupación israelí. Vivía atrapadas en sus aldeas. Todos tenían algún muerto en la familia o alguien al que los israelíes habían encerrado y torturado en la prisión de Jiam", me dice. "Para ellos esta es una victoria, una celebración. Ahora los israelíes saben lo que sentimos al ser siempre vencidos, humillados, una y otra vez". La declaración de un portavoz del gobierno de Ehud Olmert con respecto a Special Force 2 va en la dirección contraria. Afirma que es una forma de "llenar de odio" a los niños del Líbano.

A la salida: el mausoleo de los mártires. Una escalera al cielo y media docena de televisiones en que los combatientes hablan a cámara en mensajes grabados antes de la guerra. Los yahid que aquí tanto se veneran y que perdieron la vida en el sur de Líbano en 2006.

Y, para terminar, un golpe de efecto: una de las bombas de racimo que Israel lanzó durante los últimos tres días de combates y que tanto daño están causando a la población civil en el sur del país. Aún hoy, estas bombas, que son más de un millón, amenazan a los niños y adultos que se arriesgan a regresar a los cultivos.

Las sensaciones al salir de toda esta parafernalia montada por Hezbolá en el centro de Dahiye no me resultan nada agradables. Lo que sí queda claro es que la lucha a través de la propaganda resulta sumamente importante tanto para Israel como para el Partido de Dios. Por eso en los primeros días de la guerra Israel bombardeó el edificio de Al Manar, la televisión próxima a Hezbolá, que sólo dejó de transmitir durante tres minutos.

Hay quienes afirma que lo que se está viviendo en Oriente Próximo es una nueva guerra fría, con Estados Unidos e Irán como protagonistas, y que cada uno mueve sus fichas en la región, tanto sea Hamás, Hezbolá o Siria, como Israel, Egipto o Arabia Saudí.

Todo este enfrentamiento dialéctico recuerda ciertamente a los tiempos en que el bloque soviético se enfrentaba también a través de la comunicación en su voluntad de ganar el favor de la gente en contra de los Estados Unidos y sus aliados occidentales. Que el nombre del videojuego sea en inglés, Special Force 2, y que Hezbolá se preocupe tanto por la comunicación, en formas modernas y destinadas a los jóvenes, hace pensar que su mensaje aspira a llegar también a las masas de Hugo Chávez, de Evo Morales, ya que la fractura parece ir más allá de Oriente Próximo. Como decía Bush, “conmigo o contra mí". Y allí parece pasar la línea divisoria del mundo, en la política y en los videojuegos.

L'atac a l'Iran i les implicacions per Veneçuela

Heinz Dieterich
Dues camarilles de la Casa Blanca lluiten per imposar el projecte de "reordenació" imperialista de l'Orient Mitjà, malgrat els contratemps soferts a l'Iraq. Coincideixen en que la victòria passa pel desmuntatge del règim iranià, però difereixen en els mètodes. Dialècticament entès, contenció versus destrucció és l'alternativa. Veneçuela, per la seva aliança estratègica amb l'Iran, es veurà afectada pel desenllaç del procés.

1. L'estrangulament
El Departament d'Estat de Condoleezza Rice, confia que el creixent estrangulament econòmic, financer, polític i mediàtic, combinat amb la subversió paramilitar --- per exemple, els seus terroristes islàmics Fatah al-Islam al el Líban i Jundullah a Pakistan--- i l'amenaça militar-nuclear, doblegaran al govern de Mahmoud Ahmadinejad o el faran col·lapsar.

La recent acceptació de Corea del Nord, de tancar el seu reactor nuclear a canvi d'ajuda material i la normalització de les relacions polítiques amb Japó i els Estats Units, ha reforçat de manera substancial la política de contenció d'aquesta facció, que considera que un atac militar contra l'Iran portaria més problemes que avantatges. La seva nova mesura, la venda d'armament bèl·lic a Israel i set països àrabs per un valor de 63 mil milions de dòlars, obligarà a l'Iran a una cursa armamentista que no podrà sostenir.

2. El cop militar
L'altra facció, que des del primer govern de George W. Bush ha dominat la política de la Casa Blanca, està composta pels arquitectes del projecte de dominació dels Estats Units d'Euroàsia: els "neoconservadors" (feixistes) del "Project for the New American Century" (PNAC), el complex militar-industrial, les poderoses organitzacions sionistes dels Estats Units, com el "American Israel Public Affaires Committee" (AIPAC) i la classe dominant d'Israel.

Els caps més visibles d'aquesta camarilla són el Vicepresident Richard Cheney, el President de facto dels Estats Units des de l'any 2000, i el Conseller Adjunt de Seguretat Nacional, Elliott Abrams, un dels principals criminals de guerra de l'agressió militar contra el govern sandinista. Aquest grup vol la destrucció militar de l'Iran, forçant per la via dels fets, si fos necessari, la intervenció bèl·lica de Bush. El pla de guerra és el següent.

3. El pla d'atac.
La camarilla bel·licista ha donat llum verda a Tel Aviv per realitzar un atac sorpresa contra les instal·lacions nuclears de l'Iran. L'agressió es durà a terme mitjançant un atac aeri i/o amb míssils creuers disparats des dels submarins israelians. Israel, la cinquena potència nuclear, té tres avançats submarins alemanys "Dofí", que han estat adaptats per llançar coets nuclears en posició submergida.

L'esperança de la camarilla de Cheney és que l'Iran respongui militarment a aquesta agressió. Si no ho fa perdrà la seva autoritat política interna i internacional. I si ho fa, obliga a Bush a llançar un atac convencional o tàctic nuclear contra el règim de la "Revolució islamita" que mutilarà la infraestructura del país i el deixarà llanguir, com a l'Iraq després de 1991.

4. La data d'atac - Deadline 2007
La preparació de l'opinió pública per a aquest escenari porta anys, però augmenta en la mesura en que el cop s'acosta. Cheney havia donat la pauta al gener de 2005, en un canal dels Estats Units MSNBC, dient que "en vista de que l'Iran té una política declarada l'objectiu de la qual és la destrucció d'Israel, els israelians perfectament podrien decidir d'actuar primer, i deixar que la resta del món es preocupi després de netejar l'enrenou diplomàtic."

Fa dos mesos, el ministre de Comerç i anterior ministre de Defensa d'Israel, General Shaul Mofaz, va deliberar amb funcionaris del govern Bush a Washington, sobre el programa nuclear iranià. En aquestes converses va emplaçar a Condoleezza Rice a "aplicar sancions prou severes com per forçar als iranians a canviar la seva política abans de final d'any".

De fet, la fi de 2007 és el límit que Israel i els neoconservadors estan disposats a concedir a Bush. Segons el Canal 2 de la televisió israeliana, Mofaz va deixar clar davant el govern de Bush que Israel bombardejaria les instal·lacions nuclears iranianes cap a fins del 2007, inicis del 2008, en el cas que les pressions de Washington, de la Unió Europea i de l'ONU no aconseguissin que Teheran abandoni les seves activitats d'enriquiment d'urani.

Un mes més tard, Avigdor Lieberman, Ministre d'Assumptes Estratègics i president del partit "Israel La Nostra Casa", va revelar --- després de reunir-se amb funcionaris de l'OTAN i de la Unió Europea--- que havia rebut el permís tàcit d'Europa i dels Estats Units per a un atac militar contra les instal·lacions nuclears de l'Iran: "Si iniciem operacions militars contra l'Iran, aleshores la UE i els Estats Units ens recolzaran", va afirmar Lieberman a la ràdio de l'exèrcit israelià.

El ministre va agregar que les potències de l'Occident reconeixen la severitat de l'amenaça nuclear contra Israel, però que els conflictes a l'Afganistan i l'Iraq "impediran que els líders dels països europeus i dels Estats Units... usin la força per destruir les instal·lacions nuclears de l'Iran", encara en el cas que la diplomàcia falli. El missatge de l'OTAN i de la Unió Europea és, en paraules del ministre, que Israel "ha de prevenir l'amenaça" de l'Iran. (Israel Today, 11.7.2007.)

5. La justificació de l'atac.
Tot agressor bèl·lic requereix una justificació per controlar l'opinió pública. Quan aquesta apologia no existeix, ha d'inventar-la, tal i com va fer Cheney a l'Iraq amb les suposades armes de destrucció massiva. Però, en aquest cas, Israel i Washington no necessiten construir l'apologia del bellum iustum (guerra justa), perquè el president iranià els li ha presentat en safata d'argent amb les seves antiètiques i estúpides declaracions sobre la inexistència de l'holocaust nazi i la propera destrucció de l'Estat d'Israel. És més, no només els ha proporcionat el pretext propagandístic necessari para el cop, sinó la base jurídica d'un casus belli: la guerra preventiva per avortar una agressió planejada.

6. Fi de l'hegemonia veneçolana
Norman Podhoretz, membre del grup feixista de Cheney, va resumir recentment a The Wall Street Journal, "Les raons per bombardejar l'Iran". La principal és que Teheran cerca "el reemplaçament de l'actual ordre internacional". Havent-se declarat Veneçuela aliat estratègic de l'Iran compartint el projecte d'un nou ordre internacional sense la supremacia dels Estats Units, una eventual desfeta de l'Iran tindria un cost polític considerable per al govern bolivarià de Veneçuela; tant més, que coincidirà amb l'afebliment estructural de la influència veneçolana en la integració subcontinental que s'evidencia en els últims posicionaments geopolítics de Kirchner i Lula.

Defensant la seva política d'acostament de Mèxic al Mercosur, Kirchner va dir durant l'última visita del President Chávez, el 6 d'agost: "Creiem en la consolidació del Mercosur, creiem que l'aportament de Veneçuela és molt important, però més enllà del contingut polític ideològic de cada país, pensem que és molt important acostar a la germana República de Mèxic". El missatge de la parella Kirchner no podria ser més clar: guanyarem les eleccions d'octubre 2007 amb el suport de Washington, Madrid, Tel Aviv i de la City, però no amb el bolivarianisme, l'ALBA o el socialisme cristià de Caracas.

Més clar va ser Lula pel que fa a l'admissió plena de Veneçuela al MERCOSUR i els respectius comentaris del President Chávez sobre "la dreta" brasilera: "Per entrar cal tenir regles. Per sortir, no hi ha regles. Si no vol quedar-se, que no es quedi".

Els inequívocs posicionaments de Lula i Kirchner indiquen la fi de l'hegemonia relativa de la que el President Chávez va gaudir durant un cert temps en el desarrollisme regional llatinoamericà. No es trencarà l'aliança de creixement continuat perquè li convé a ambdues bandes. Però, Brasil i l'Argentina, recuperats de les seves crisis temporals, no acceptaran interferències de Caracas en els seus models d'acumulació ni en els seus projectes geopolítics.

Tant de bo que les diplomàcies de Veneçuela, Cuba i Bolívia estiguin a l'alçada d'aquest nou desafiament estratègic!

www.fabrica.cat